domingo, enero 07, 2007

HACIENDO MUS

Normalmente nos gusta ofrecer información sobre torneos que ya están establecidos, donde acuden un buen número de parejas, suele haber atractivos premios y se dan cita muchos y buenos jugadores. En esta ocasión hemos tenido el privilegio de asistir al nacimiento de un bebe musístico que casi no da la talla, poco mas de dos kilos de peso y casi hay que hacerle la respiración artificial. Pero como todos los bebes su encanto esta fuera de discusión, ha nacido y eso es suficiente. Ahora tendrá que aprenderlo prácticamente todo y dentro de un tiempo será escuela y trampolín de nuevos jugadores, de esos que luego van a otros torneos y forman la gran familia de amantes del mus.
El relato nos lo hace Carlos Arroyo. Impulsor, organizador, juez y jugador del torneo. Un torneo organizado durante las fiestas navideñas para el personal del Ayuntamiento de Leganes, un gran núcleo prácticamente incrustado en Madrid, con más gente que muchas capitales de provincia.

Dice asi....
Hemos estado muy liados con la puesta en marcha del campeonato. Desde los días previos estaba agobiado porque aunque en teoría la organización dependía de una comisión, en la práctica era yo con la colaboración de un par de personas quien tuvo que encargarse de todo: comprar premios, buscar barajas, amarracos, tapetes, hacer el cuadro, negociar con el restaurante, perseguir a algún compañero para que se apuntara, etc...
Antes de comenzar con esta historia del campeonato preguntamos a mucha gente si jugaban al mus y nos salía que casi la mitad de la plantilla podía apuntarse. Pero cuando les hablas de un campeonato te encuentras con muchos obstáculos.
El primero es que la mayoría de los que dicen saber, únicamente saben lo más básico pero no juegan. Lo aprendieron hace años pero no lo han vuelto a practicar. Otro obstáculo es, que entre los que saben no hablan habitualmente de mus, con lo cual no sabemos si nuestro jefe o compañero es jugador como nosotros. En algún caso sólo querían jugar con su compañero habitual. En muchos otros la excusa para no participar son las fechas en que lo hacíamos que son de vacaciones y familiares.
Antes de darnos un batacazo decidimos adaptarnos y reducir el campeonato a dos días y admitir que sólo uno de los dos de la pareja fuera obligatoriamente trabajador del Ayuntamiento.
A pesar de las medidas tomadas, la cosa no mejoró en número de inscripciones y de hecho en los últimos dos días se nos cayeron varias parejas con las que contábamos.
El último día se nos fallaron dos personas de unas parejas fijas. El primero lo cubrí con un amigo de Leganés que me tiene dicho que para trabajar no le llame pero para jugar al mus, cuando quiera. El segundo fue mi propio compañero, que tres horas antes del comienzo del campeonato me comunica que está enfermo y que sintiéndolo mucho no puede participar. Tuve que tirar de mi hermano de veinte años que no ha jugado ni tres partidas en su vida pero que tampoco me ha fallado nunca cuando lo he necesitado.
Finalmente, nos dimos cita diez parejas en el restaurante donde jugábamos.
Habíamos pensado como sistema de juego hacer grupos donde los primeros se enfrentaran por los premios y los últimos por no llevarse el membrillo. Queríamos además que nadie se fuera antes de jugar las finales y se quedaran a la merienda para la entrega de premios. El sistema no nos ha parecido muy bueno y para otra ocasión usaremos mejor el de tres ceros con grupo B.
Todo el mundo acabó bien y contento. No falto alguna polémica y en general fue un éxito, si no de participación, sí de entretenimiento y buen rollo.
Alguno proponía cosas para el año que viene, otros me pedían repetir para el verano y algún atrevido que había que hacer otro con la excusa del carnaval. La verdad es que no estoy muy animado a repetir la experiencia, aunque en lo personal estaba bastante contento. No solo habíamos conseguido hacer el torneo sino que había quedado en segundo lugar, perdiendo en la final ante Desiderio y José Luis.
La entrega de premios y la merienda fueron estupendamente. Primero un pequeño discurso agradeciendo la camaradería que hubo entre todos, luego un pequeño obsequio para cada uno, y despues los jamones, quesos y lomos para los tres primeros clasificados.
Ahora los museros del "ayunta" nos conocemos entre nosotros. Algún reto me han lanzado y yo he recogido el guante. Algunas cuentas pendientes se ajustarán fuera del campeonato cualquier tarde.
Este puede haber sido el primer paso para hacer del mus algo habitual en nuestras conversaciones. Igual que hay mucha gente que en tu trabajo sabe de que equipo de fútbol eres, deberían escuchar también lo buen jugador de mus que eres. Aún me parece increíble que no supiera que mi jefe sabía jugar al mus.
El mus ha dejado de ser un juego tabernero. El que lo sabe jugar lo dice con la cabeza bien alta, el que sólo tiene algunos conocimientos también presume, porque probablemente no tendrá que demostrarlo, y en muchos casos el que no sabe te pide que hagas un curso para aprender a jugar.
Al menos eso nos ha ocurrido preparando este campeonato, tengo ahora multitud de peticiones para que realicemos ese curso.
Yo diría que ser jugador de mus está bien visto por la sociedad de hoy en día. No sé si es porque ha cambiado el arquetipo de jugador de mus o porque se aprende en la universidad o porque se juega en hoteles de cinco estrellas.
Todo lo expuesto me hace plantearme hasta qué punto las encuestas que indican que existen cerca de cuatro millones de jugadores de mus son fiables. ¿Cuántos de ellos serán jugadores habituales? No sé si el diez o el quince por ciento.
Aún así no somos pocos. De todos los seguidores que hay del Madrid ¿cuántos van al estadio a verles jugar? Un porcentaje muy pequeño.
Podríamos preguntarnos: Si el mus lo practica tanta gente ¿por qué no es mediático?
Las partidas de póquer han dado mucho juego en Hollywood. Estoy seguro que la emoción del mus también se puede retransmitir.
¿Qué le falta a este juego para dar ese salto?
Emoción no le falta, ¿quizá algo mas de espectáculo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy interesante e ilustrativa la crónica del organizador de Leganes.
No sabía el dato de que hay 4 millones de personas que saben o conocen el mus. La verdad es que no me lo creo. Desgraciadamente son muchísimos menos. En Toledo, por ejemplo, calculo que puede haber 300 o 400 personas que juegan alguna vez al año. Eso supone menos del 1% de la población. Si ese 1% fuera extrapolable al resto de España, estaríamos hablando de 400.000 conocedores del juego. Pero no nos engañemos, el mus es un juego fundamentalmente del Norte (excluida Galicia) y el Centro (aquí con muchas más excepciones). En el resto del territorio hay ínfimas ínsulas en las que también se practica. Así que, la realidad es muy otra. Jugadores habituales de campeonatos dudo mucho que lleguen a 1.000.
Hay un aspecto que a mi me toca de lleno y que viene a confirmar lo anterior. Yo trabajo en la Administración Publica, y aquí nadie habla de mus. Realmente no sé si hay algún jugador de mus en mi centro de trabajo. Claro que hay un obstáculo importante: el porcentaje de mujeres es abrumador. Y ya sabemos que la incorporación de la mujer, hasta ahora, es minima. El hecho de que los señores de Leganés (población que rondará los 200.000 habitantes) consiguieran una participación de 10 parejas lo dice todo. Aunque existen factores que también contribuyen a esa ridícula participación: el primero es que era un torneo cerrado y se hacia por primera vez y el segundo es que no había premios.
Va siendo hora de caerse del burro. A los aficionados a los campeonatos nos gustan los premios. Cuanto mejores sean mejor. Ya está bien de la chorrada de que el mus es un juego para hacer amigos. El mus es un juego de envite en el que siempre tiene que haber un interés por medio: cuanto mayor es ese interés, mayor es la participación. ¿Quien pagaría en PPV por un Leganes-Cuenca? Nadie. Y eso que en España hay 20 millones de aficionados al fútbol. Pues lo mismo pasa con el mus.
Otro aspecto interesante es la comparación con el POKER. Sinceramente creo que si el POKER ha logrado infiltrarse en alguna cadena televisiva, el MUS tendría muchas más posibilidades porque es mucho más interesante. El problema es que es mucho más complicado de entender y es mucho más localista. El POKER es conocido casi universalmente y el mus es un JUEGO AUTOCTONO, aunque maravillosamente interesante.
Diego.

Anónimo dijo...

En respuesta a nuestro amigo Diego,tengo que decir que las cifras se me escapan por que entre otras cosas no soy analista.Si soy realista y la realidad en esta nuestra gran aficion es que goza de mala fama,no tiene mucho cache decir que se es,un jugon(definiendo jugon como alguien que practica con asiduidad).Tampoco tiene,muy buena prensa decir que te manejas en los sitios donde se practica este juego.Porque aunque los campeonatos se realicen en grandes hoteles o restaurantes,el dia a dia de los partidas no puede encontrar,de momento,otro sitio que no sea el bar del barrio.esto desluce,un poco,bueno mucho,una manera de relaccionarnos como otra cualquiera.Estamos de acuerdo en que los premios importan y que en la mesa no hay amigos,si caballeros y señoras,que con su buen hacer siembran dia a dia el cambio.Cambio que agradecemos todos los amantes de este juego de sipcologia y estratejia,que para los que no lo conocen se traduce,
en un simple juego de mentirosos.
Gran herror,pero no menos importante que el pensar que no se hacen buenos,muy buenos amigos.Yo los tengo y me lleno la boca al pregonarlo.No por ello,dejo de enfrentarme a ellos, disfruto cuando gano y tambien disfruto,pero un poco menos cuando me ganan ellos.
Enfin no se si traslado bien mis ideas y sentimientos,pero la cosa es que quiero que esto siga,por supuesto que mejore.
Y no dejeis de defender siempre lo que os gusta que la vida es estos pequeños placeres,ademas de dar y tomar una buena medicina para las horas de asueto.
Mus para todos.

Anónimo dijo...

Me gustaría comentar la respuesta que nuestro amigo RUTELEY ha hecho a mi escrito.
Estoy bastante de acuerdo con el conjunto de su pensamiento pero creo que habría que hacer algunas puntualizaciones. Para empezar, yo no he denotado que este juego goce de mala fama. En todo caso, pienso que es un juego apasionante que, hasta que no se practica, no es posible captar su enorme interés. Por tanto, opino que los que puedan tener una mal concepto de los musistas, en la mayoría de las ocasiones es por puro desconocimiento.
Tampoco creo que desluzca nuestro juego el hecho de que el lugar más habitual de disputar las partidas amistosas sean bares o restaurantes. Me parece que son lugares muy dignos. Como prueba de ello creo que estaremos todos de acuerdo que son el lugar de encuentro habitual del 90% de los españoles: para jugar al mus, para una cita, para ver los toros y para cualquier otra actividad lúdica.
Tampoco creo que la gente que no conoce nuestro juego tenga la sensación de que los jugadores de mus seamos una pandilla de mentirosos. Y si alguno lo piensa está equivocado. El mus es un precioso juego de estrategia psicológica. Utilizar la palabra mentira me parece muy poco adecuado. En el mus todo es psicología y estrategia (y, por suerte o por desgracia, azar, demasiado azar).
Por último quiero decir que, efectivamente, en el mus se hacen muchos amigos. O, por lo menos, muchos conocidos. Lo que quise decir en mi comentario anterior es que, en el mus competitivo, lo que todos queremos es ganar. Y una vez comenzada la partida, los amigos dejan de serlo y pasan a ser rivales psicológicos a los que deseamos siempre derrotar.
Creo que en una época tan contradictoria como la que vivimos, en la que estamos rodeados por todos los costados de medios de comunicación y de oportunidades de comunicación, pero en la que hay muchísima gente que está realmente sola, el mus puede tener un efecto medicinal (como muy bien apunta RUTELEY) muy importante. No me imagino una mejor terapia psicológica que pasar un par de horitas compartiendo mesa con otras personas practicando un juego que hace trabajar a la mente y que despierta todo tipo de sensaciones. A todos aquellos que se refugian en la compañía de cualquier mascota, les recomendaría que salgan de su casa y entablen relaciones humanas a través del mus. Seguro que a más de uno se le acabarían parte de sus penas.
DIEGO.