
Perdida pero no tanto. ¿Cuántos españoles saben donde esta Ceuta? Seguramente casi todos ¿pero cuantos han estado allí? Desde que ya no hay mili ni puerto franco vamos menos, pero un cierto embrujo se esta apoderando de esta comunidad-ciudad, paso obligado para miles de marroquíes hacia su país.
Asiento de una de las mitológicas torres de Hércules, donde acababa el mundo antiguo, pero donde empezó la expansión portuguesa hacia las Indias, preámbulo de la europea hacia el resto del mundo.
En 1415 el joven príncipe Enrique, después conocido con el sobrenombre de El Navegante, ofrece a la cristiandad la primera victoria sobre los musulmanes en su propio territorio. La conquista de Ceuta.
La ciudad llevará por siempre en su escudo el de Portugal, aunque rechazará en el primer referéndum de la historia seguir con ella y elegirá quedarse con España. Eso fue por allá, hacia 1640, con Felipe IV.

Por eso saben los ceutíes jugar al mus. Y organizan buenos torneos. Te recogen en Algeciras, te suben al ferry, te hospedan en el Parador, te agasajan, te invitan, los invitas, te llevan, te traen y si pueden te ganan. Torneo a 3 ceros, con grupo B. Un salón de juego para morirse, con cena de entrega de premios y jarana hasta que aguantes. Y todo por 450 € pareja. Del 12 al 15 de octubre. www.amarracoceuta.net
La semana anterior, del 2 al 8, el XX Campeonato del Casino de Torrelodones.
Uno de los torneos de referencia obligada en la zona de Madrid, que está en el punto de mira de muchos descontentos que les gustaría jugarlo si cambiaran las circunstancias. Y las circunstancias no son otras que los tramposos. El Casino no admite a todo el mundo en sus salas de juego pero si en el mus. Su negocio es otro.
Utiliza el mus como un reclamo con un primer premio de cuantía escandalosa -12.000 €- despertando la codicia de los ingenuos y la de los que no lo son. De la codicia de cada uno no vamos a hablar. De la ética que se le supone a un establecimiento de esa categoría, tampoco.
Es obligado barajar las cartas a los contrarios, no fiarse de nadie, desconfiar de todos y jugar a cara de perro. Y además pagar 180 € por cabeza. Torneo a 3 ceros, con grupo B y Jamón. Los salones son también muy bonitos y dignos. Pero solo los salones.
A quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga